A propósito de la CADE 2012 y el futuro que soñamos …, la sociedad peruana en general está pasando por un buen momento y eso afecta positivamente al deporte peruano. Más aún, el deporte peruano ha iniciado una revolución cuyo punto de origen se remonta al año 2000 en que se regresó a las elecciones como sistema para determinar las Juntas Directivas de cada Federación Nacional. Los cambios afectan a cada disciplina conforme a su propio grado de desarrollo.
En este proceso se pueden observar características comunes. Lo más destacable es que su éxito se encuentra comprometido por un proceso evolutivo del cual no se tiene antecedentes de políticas exitosas que les facilite el determinar cuál es el trabajo por hacer.
Es claro que nos encontramos en una situación en la que casi todo está por hacer. En ese sentido, ayuda la declaración de la entrenadora de las selecciones menores y juveniles de vóleibol que señala la necesidad de priorizar los reemplazos de sus aún jóvenes jugadoras. Esa responsabilidad, sin duda, recae en el Ministerio de Educación.
Pero regresando a nuestro tema, ¿Qué hacer en deporte de afiliados cuando faltan tantas cosas? Pues, planes con los pies en la tierra. Da la impresión que necesitamos iniciar un proceso de maduración que ponga mucha atención en los cimientos, en el trabajo de bases, para asegurar un sólido crecimiento.
No es fácil hacerlo, ya que implica renunciar a los proyectos personales y priorizar un gerenciamiento muy elemental que se vuelque a lo fundamental; a determinar un mínimo de organización que asegure un amplio y equilibrado conocimiento integrado en cada disciplina (deportistas, dirigentes, entrenadores, jueces, marketeros, contadores, etc.); y luego, poner atención en la dotación de los recursos humanos para cubrir todos los puestos esenciales con personas imbuidas de una actitud docente que puedan hacer crecer los cuadros que se necesitan a nivel nacional en todas las funciones requeridas.
Esta sería la forma para asegurar la masa crítica que efectivice el avance continuo. Si se pudieran unir varias disciplinas en este emprendimiento, para alcanzar economías de escala, será muy afortunado.
Concluyendo, para confirmar una buena dirección para el deporte peruano, deberíamos buscar una metodología que asegure un proceso de maduración; similar a lo que sería el obtener una certificación ISO, CMMI o equivalente.