En Reddeportiva.net pensamos que el Peru se encuentra en un complejo proceso de maduración el cual está permitiendo darnos cuenta de quiénes somos. Hemos sostenido que existe un sector del empresariado nacional, al que hemos identificado como “plutocracia”, que tiene como misión el crear y mantener un entorno alterado dentro del cual pueda maniobrar con el fin de apuntalar sus privilegios los cuales son hechos valer mediante el acceso a un esquema de reciprocidad con funcionarios capaces de facilitar o entorpecer todo procedimiento, cualquiera que haya sido su planteamiento.
Esta plutocracia es la que ha ido tomando fuerza a partir del año 2001 y con mayor acceso al poder a partir del año 2011. Su capacidad de acción la podemos ver en la forma de trabajo con el club de la construcción. También podemos darnos cuenta de su comportamiento si revisamos los videos al término de una reunión del candidato Ollanta Humala con la Junta Directiva de la CONFIEP a la salida del Hotel los Delfines, en que fácilmente podemos concluir que llegaron a un buen acuerdo. Más difícil resulta comprender la evolución de otras actividades como la alianza política de empresarios con la ultra izquierda con la cual es posible que los entendimientos puedan llegar a ser implícitos. Facilita este tipo de acuerdos el evaluar si sirven para alcanzar los objetivos propuestos por los interesados de alcanzar por escrito “derechos adquiridos” con el fin de aumentar su patrimonio, cuando de la plutocracia se trata, o el de producir daño a la sociedad con el fin de aumentar el número de pobres, cuando se evalúe si se contará o no con el voto de la ultra izquierda.
Resulta muy extraño el tipo de gobierno de Dina Boluarte que está permitiendo el regreso cauteloso de la ultra derecha, siendo su discurso político afín a la izquierda peruana. En otras palabras, para Reddeportiva.net el actual gobierno está cumpliendo con sus objetivos de hacer el mayor daño posible, al permitir que un sector del equipo ministerial intente recuperar, para la ultraderecha, el poder que fuera forjando el grupo plutocrático desde el año 2001.
Da la impresión que las organizaciones populares están reclamando que cada día se les hace más difícil alcanzar las metas que se proponen haciendo notar el regreso de malas prácticas en que la legislación es modificada de la noche a la mañana, sin previo aviso alguno, mediante actos casi clandestinos y muy poco publicitados. Es decir, no se hace intento alguno por asentar la predictibilidad de las decisiones, menos de conseguir el afianzamiento de la institucionalidad y peor aún de consolidar Valores Sociales y Principios Operativos que ayuden a la sociedad a alcanzar comportamientos económicos que favorezcan la eficiencia y la productividad nacional.
El robustecimiento de la ultra derecha se orienta claramente a entorpecer la buena marcha del Estado al distanciarse de las definiciones estratégicas, la definición de Objetivos y Políticas Nacionales y peor aún cuando entra en la lucha de corto plazo y de intereses particulares en lugar de fortalecer instituciones privadas como las Cámaras de Comercio y otras organizaciones gremiales como las comunidades campesinas y hasta del Poder Judicial.
El Estado Peruano debe dar muestra que ama el orden para lo que es necesario priorizar el dar Garantías tanto Individuales como Sociales. Con dicho fin, deben quedar más claros los compromisos culturales, así como los educativos sea en los niveles profesionales como técnicos. En otras palabras, nuestra sociedad debe conseguir que los ciudadanos puedan alcanzar los mayores niveles de producción que sean capaces, lo que es contrario a tener taxistas y otros trabajadores cumpliendo tareas para las que no han recibido la capacitación del caso.
No queremos dejar de señalar el caso del Estadio Monumental de Ate en el los palquistas están siendo víctimas de abusos y atropellos sin que los propietarios puedan ejercer una adecuada defensa de sus derechos, por falta de autoridades o de una legislación de protección o prevención de abusos por quienes puedan ejercer un dominio económico u operativo frente a quienes se encuentran en desventaja procesal, ante un comportamiento proteccionista de quienes ejecutan actos mafiosamente protegidos, lo que demuestra una débil protección para las ofertas públicas.
Esperando que la ciudadanía se vaya convenciendo de en dónde residen las fuerzas que protegerán sus verdaderos intereses, me despido.
Con el cariño de siempre,
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