Integridad Pública: La Virtud del Momento Político

19/02/2022

La Sociedad Peruana se encuentra en una coyuntura que podríamos calificar como DECISIVA en el desarrollo de los acontecimientos políticos; es decir, en el nivel de mayor responsabilidad del desempeño social y la conducción de las organizaciones más complejas como es la del Estado.

La fecha límite designada es el 8/03/2022 en que deberá presentarse el Primer Ministro ante el Congreso Nacional para definir ante la opinión pública la Opción Ideológica que ha escogido para marcar el paso en la marcha hacia un punto en el horizonte que se constituirá en el objetivo orientador para todas las fuerzas económicas y las voluntades personales vinculadas con el Desarrollo Nacional.

En el centro de estos acontecimientos encontramos a la persona del Primer Ministro que deberá comunicar con fidelidad el cómo el Estado cumplirá las acciones priorizadas para hacer realidad los planes aprobados y en curso de ejecución. 

El Título de la presente nota resalta el interés y la preocupación que pensamos tiene una significativa proporción de los ciudadanos sobre la coherencia que debe existir entre el pensamiento de lo que se está proponiendo y la convicción de la existencia de posibilidades de convertirlo en realidad.  (Lectura recomendada: Manual de la OCDE sobre Integridad Pública

https://books.google.com.pe/books/about/Manual_de_la_OCDE_sobre_Integridad_P%C3%BAbl.html?id=1YvvDwAAQBAJ&printsec=frontcover&source=kp_read_button&hl=es&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false)

No solo se trata de Buena Fe; se trata de una relativa confianza en que el personal a cargo de los puestos claves, además de entender el cómo cumplir con los deberes que tiene asignados, está convencido del apoyo que recibirá para poder convertir en realidad lo que de ellos se espera y se encuentra definido como funciones del puesto que desempeñan, incluyendo su cuota de institucionalidad.

Esta obligación moral se convierte en el eje sobre el cual gira toda la Confianza en el Sistema Político y los ideales que nos estamos proponiendo y aspiramos alcanzar. La marcha del Estado sólo se puede garantizar cuando se consigue movilizar a los ciudadanos libres capaces de asumir sus compromisos voluntariamente.

Es así como llegamos nuevamente a la Figura del Primer Ministro quien deberá estar convencido sobre las bondades de su planteamiento; o, de lo contrario, declinar el pedir la confianza al Congreso Nacional, dando una lección de civilidad a toda la población, la que quedará registrada en la historia como un salto cualitativo en el proceso de maduración social que deberemos recorrer para salir de nuestra reconocida condición de Pueblo Adolescente.

Con el cariño de siempre,

Notas anteriores sobre el tema: https://reddeportiva.net/principal/?cat=200