Espinosa-Saldaña: “mi preocupación es el equilibrio y balance de poderes”

No hay peor ciego que el que no quiere ver. Es claro que hay un Espíritu de la Ley que crea límites los cuales, es evidente que en los últimos tiempos, están siendo puestos a prueba con demasiada frecuencia hasta que por algún «milagro mediático», como los que se hacían presente muy frecuentemente cuando la gran prensa impuso sus singulares intereses, fueron disfrazados haciendo uso de una falta de escrúpulos que la historia ya comienza a desenmascarar. La deslealtad de personas preparadas que se niegan a ver que un sector de la sociedad peruana está actuando con muy mala fe no hacen otra cosa que demostrar que el aspecto moral tiene una importancia decisiva la cual ha sido sistemáticamente evadida por un sector del poder político que ha impuesto la hipócrita práctica de aceptar como válido el doble patrón de conducta en clara burla del sentido común y las garantías más elementales a base de una intencional tergiversación semántica del contenido de las palabras. Pues bien, estas interpretaciones no son aceptables ni en broma y menos cuando se está llamado a evitar el cinismo de negar que un comportamiento abusivo le puede llevar a cualquier gobierno a perder la mayoría parlamentaria que pudo tener al comienzo de su periodo y estar en minoría luego de una mala o pésima gestión, lo que ha resultado muy usual en la vida política de nuestra sociedad.