Susel Paredes: «El silencio del presidente Pedro Castillo ha sido una ofensa al pueblo peruano»

En Reddeportiva.net queremos aprovechar el momento político que estamos viviendo para continuar con el desarrollo de nuestro modelo del comportamiento de la política peruana con la finalidad de poder llegar a conclusiones valederas que sirvan para predecir la conducta futura del gobierno a base de transparentar sus actos. Por el momento podemos decir que lo primero que ha sacrificado el actual gobierno de Perú Libre ha sido la transparencia por lo que resulta difícil determinar lo que realmente está sucediendo en la política peruana. Lo segundo que ha sacrificado el actual gobierno de Perú Libre ha sido la institucionalidad al romper con el equilibrio de poderes que yace en la base sobre la cual se construyó nuestra Constitución. Valgan verdades, la falta de institucionalidad viene de anteriores gobiernos cuando se trató de imponer el llamado «Acuerdo Nacional» que pretendió debilitar al Congreso de la República menospreciando los procesos electorales correspondientes a la vez que se lanzaba una malintencionada campaña de medios con la finalidad de desprestigiar nuestro Parlamento ante la opinión pública, achacándole una serie de defectos en los que aquellos de mayor impacto negativo: son falsos, mentirosos y responden a narrativas interesadas en mantener un alto grado de corrupción sistémica y su inseparable característica de impunidad, en la que el Ministerio Público juega el más importante papel. Nuestra actual Constitución dice a la letra que el Gobierno requiere de un Consejo de Ministros cuyos miembros son nombrados a partir de las propuestas del Primer Ministro. Al parecer esto no está sucediendo así en el actual gobierno. En anteriores notas hemos hablado que en los últimos años, con la nueva Constitución, los gobiernos han sido el producto de alianzas políticas formadas por grupos políticos ubicados en los extremos del espectro político cuyo interés prioritario fue bloquear el progreso de las posiciones del centro político. El accionar de esta alianza de extremos ha sido tan destructivo que nos condujo a la profunda crisis que estamos viviendo al debilitar, en el más amplio sentido de una gestión, no solo nuestras instituciones sino también la moral pública, lo cual resulta más grave. Tal parece que en la nueva realidad política, la izquierda, en que predominan Perú Libre y Juntos por el Perú, quiere gobernar sola con el fin de impulsar su propio proyecto político en el que los países y las identidades nacionales son estorbos que deben ser destruidos, con el fin de llegar a la organización internacional bajo el signo de una «nueva espada» de la que no estamos seguros cuál será el número que le asignarán. La constatación de esta nueva realidad en que una minoría se las ingenia para llegar al poder, usando innumerables artilugios, para luego actuar con las propiedades de un verdadero Gobierno Presidencial sin serlo y del cual se burlan descaradamente al no respetar su naturaleza nacionalista; llegando a ejercer dichas funciones con total desprecio por los Valores y Principios que conforman la base de su representatividad. Esta nueva realidad, en la que un sector de la izquierda actúa cual gobierno dictatorial que se ubica por encima de la Presidencia de la República, dándole el visto bueno a los miembros del Consejo Ministerial, nos induce a pensar que ha llegado el momento de plantear una reforma de base para nuestra Constitución inclinándola hacia un fortalecimiento del Parlamentarismo ya que su actual concepción Presidencialista se muestra incapaz de imprimir al Gobierno la Transparencia cada vez más necesaria para conseguir la conformación de un gobierno que se oriente a lograr los objetivos nacionales que aseguren el progreso de nuestra Patria.