En Reddeportiva.net pensamos que los Peruanos debemos sentirnos orgullosos de nuestro país. En primer lugar, queremos mencionar que en las últimas décadas el Perú ha logrado un desarrollo social muy importante que está pasando desapercibido porque también se está desarrollando una lucha muy intensa entre facciones políticas extremas cuyas estrategias pasan por desconocer el papel cumplido por ciudadanos cuya vocación política se encuentra en el centro del espectro político quienes consiguen mantener el sentido histórico del quehacer político gracias a una escala coherente de Valores y Principios que han calado profundamente en el alma, los sentimientos y las demostraciones de convivencia que pueden alcanzar niveles de participación masiva con una frecuencia no usual en otras latitudes. Comprender los límites de lo afirmado con las palabras que anteceden es muy importante y difícil de comunicar por lo que me voy a permitir alguna libertad al utilizar lo manifestado por el entrevistado en el vídeo alrededor del minuto 12:00 en que le carga las responsabilidades de la actual crisis a una supuesta carencia del centro político, opinión que no compartimos en lo absoluto y más bien la presentamos como prueba de un error fundamental, en un significativo sector de la sociedad peruana, de consecuencias difíciles de visualizar. Con mucha firmeza opinamos que el centro político en el Perú ha estado bajo permanente y desleal ataque desde ambos extremos de nuestra sociedad. Quienes ocupamos el centro buscamos priorizar la coherencia personal y el compromiso social, entre otras razones por las cuales no solo se pierden oportunidades, sino también se les margina y hasta perjudica injustamente, no solo por las generalizadas prácticas de cupos, plagios, hurtos, mentiras, sustracciones, rémoras, por no mencionar las de mayor calibre que todos ustedes imaginan; sino también por constituirse en un peligro para la estabilidad de los pesimistas y pusilánimes que no se sienten en capacidad de sostener una institucionalidad en el tiempo y prefieren apostar por personalidades poco escrupulosas en lugar de las acciones orientadas a consolidar organizaciones que aseguren una verdadera y trascendente Paz Social, al costo de correr riesgos personales que encuentren compensación y satisfacción en los logros y el aliento social.