Gustavo Gorriti: “este gobierno es extremadamente mediocre, salvo algunos ministerios”

Que un gobierno ideológicamente orientado al totalitarismo haya llegado a un control tan férreo de las riendas del Estado peruano parece haber estado fuera de todo cálculo de las fuerzas que operan en la política peruana. La caída de Alberto Fujimori marca el inicio de la construcción social del cuestionado modelo económico bajo cuyos principios nuestro país ha logrado un crecimiento digno de estudio por parte de los mejores especialistas. Es la clase media la que impulsó un auténtico desarrollo de una economía social de mercado durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García. En forma paralela, también se robusteció un sector al que denominaremos plutócrata el cual pone en marcha un plan maquiavélico (por lo del fin justifica los medios) a base de su poder económico; el acceso a la distribución del Presupuesto Nacional a través de un sector clientelar; y, la creación de una fuerza de tarea dentro de la gran prensa que impuso el «pensamiento único», cuyas características nos hacen recordar a la novela «1984» de George Orwell; con el fin de capturar en provecho propio las decisiones más importantes del Estado. Este mafioso plan tiene su época de gloria y caída desde el año 2011 a la fecha en que la alianza plutocracia-caviar ha sido desplazada del poder por un grupo de interés totalitario que no necesita del apoyo directo de fuerza política alguna porque, producto del dicho que nadie sabe para quién trabaja, impusieron en todo el Estado peruano esa mediocridad de la que ahora se quejan, gracias a su política de desinstitucionalización de nuestro país liderada desde el Acuerdo Nacional. Lamentable lo que viene sucediendo con el ex-Fiscal de la Nación Pedro Chávarry. Demos tiempo al tiempo.