Jorge Yamamoto: “Nuestro umbral de tolerancia aumenta y nos volvemos insensibles”

Nos preguntamos por qué los movimientos de centro político, que parecen ser los más razonables y más convenientes para la buena marcha de un gobierno sea nacional, regional o local, no han alcanzado la importancia que ahora echamos de menos. La respuesta parece ser una combinación de factores que se pueden resumir en la frase «las cosas caen por su propio peso», con la restricción de cumplirse por etapas. El primer nivel está dado por el principio que construir cuesta mucho más que destruir. El siguiente tramo es el del crimen organizado que con medios económicos ilegítimos desorganiza al centro y apuntala a los extremos. El peso de los acontecimientos, por ahora, parece estar en el nivel político, que de llegar a un entrampamiento dará paso a soluciones institucionales entre las cuales será el Ministerio Público el llamado a ejercer el liderazgo por ser los defensores de la sociedad. De no ser suficiente y los políticos no mantengan el control de sus impulsos ni de sus partidarios, se terminará convocando a los elementos que por disposición de la Ley están autorizados a aplicar la fuerza en apoyo de la mejor institucionalidad conforme a las circunstancias.