Ha terminado una importante Asamblea cuyos objetivos se orientan a refundar las relaciones entre los países árabes y los sudamericanos, entre los cuales el Perú aspira a cumplir un papel principal.  Los primeros acuerdos de base se orientan hacia la tolerancia, el respeto y la cooperación.  Muchos están hablando/presionando de cómo aterrizar/precipitar en los intereses económicos y personales.  Sería un error no darse cuenta que el punto de partida son los valores y principios considerados fundamentales y sostén de toda la relación.

Hay una fuerte similitud entre esta situación y la que soporta la existencia de un Sistema Deportivo, tan necesario para poder hablar de desarrollo en materia deportiva.

En el Perú se han perdido de vista los valores y principios en muchos campos de nuestro contrato social; y, por lo tanto, no nos damos cuenta de la importancia de poseer ideas claras y procesos comunitarios de costo optimizado que nos lleven a altos rendimientos y gran calidad en las actividades sociales.

Sólo profundizando nuestros conocimientos de la realidad en que vivimos, adquiriremos la base de coherencia ética que necesitamos para mejorar el uso de los recursos puestos a nuestra disposición y así alcanzar los objetivos que nos proponemos en menor tiempo.

Es muy importante poder darnos cuenta de quiénes impulsan el desarrollo y quiénes frenan los avances en la dirección correcta; y, sólo ese mayor conocimiento nos permitirá obtener ahorros en la asignación de los escasos recursos que disponemos y obtener un mejor retorno de lo que invertimos.