Dificultades para identificar el Bien Común en la sociedad peruana (continuación)

En la anterior nota afirmamos que hemos llegado al entrampamiento en que nos encontramos porque las fuerzas ubicadas en los extremos del abanico político unieron sus fuerzas siguiendo una estrategia de odio con la que envenenaron a la sociedad peruana logrando neutralizar importantes iniciativas que hubieran significado la selección de una estrategia equilibrada que nos hubiera convertido en un país con más elevados niveles de bienestar, desarrollo e integración.

Es por eso que una pregunta como la que sigue a continuación adquiere importancia: ¿Quién está dirigiendo al país? ¿Cuál es la estrategia que se está siguiendo?  En Reddeportiva.net opinamos que en el Perú actual, nunca más aplicable el dicho: “por sus obras los conoceréis”.  Entonces nos preguntamos, ¿cómo han sido los gobiernos y quiénes han estado cerca de las decisiones del poder a partir del gobierno de Odría?  Por ahora, nos limitaremos a los últimos 20 años porque consideramos urgente establecer lineamientos para evaluar e interpretar lo que en estos momentos realmente está sucediendo en nuestro país.

Desde nuestro punto de vista, lo más valioso que nos ha sucedido en los últimos años, además de la consolidación del modelo económico establecido en nuestra Constitución, han sido los acuerdos de libre comercio y la Política de Estado vinculada a este tema, todo lo cual  fuera duramente criticado en la campaña electoral del año 2006; pero que, a la hora de gobernar, recibieron un decidido apoyo del Presidente García.  La misma pregunta nos haremos para la segunda etapa de este periodo; es decir, del año 2014 en adelante, en que al parecer se está marcando un hito cuyo significado está por determinarse.

Respecto a esta última fecha, solo nos queda estar atentos y mirar con ojos críticos los alcances del acuerdo secreto firmado con Odebrecht el que, estamos convencidos, debe ser sopesado definitivamente en niveles de mayor jerarquía y corregido a base de nuevos elementos y de mejores criterios que los seguidos hasta la fecha.  Evidentemente, en todo este asunto ha habido muy poca transparencia; las preguntas sin respuestas coherentes se han acumulado por toneladas, sin que se pueda afirmar que la acción penal se mantuvo al margen de la lucha política de corto plazo, con todo lo que eso significa.  Ahora que ha aparecido un nuevo e importante convenio de colaboración, corresponde al Ministerio Público, en su más alto nivel jerárquico, asumir ante la opinión pública y toda la Nación, las responsabilidades que le competen conforme a Ley con más claridad y empeño que lo hecho hasta la fecha, en relación con la persecución de los graves delitos del caso, mejorando las estrategias y generando mejores términos en cuanto al equilibrio de los beneficios por conceder, la reparación del daño, la neutralización de todos los abusos que han dejado cabos sueltos y el llegar al objetivo supremo de toda esta respuesta: que no se vuelva a repetir un daño semejante en el futuro.

Es evidente que en la lucha política de corto plazo, los medios de comunicación cumplieron un papel abusivo siguiendo el principio del “miente, miente, que algo queda”,  interfiriendo en la administración de justicia y privilegiando los intereses del grupo dominante sobre los intereses de la sociedad peruana, al poner en marcha campañas de odio, las cuales ahora vienen siendo abandonadas al quedar al descubierto el doble patrón de conducta del que hacen gala.  Muchos recursos de la sociedad han sido malgastados en argumentos efectistas sin validez jurídica alguna, hasta llegar a un golpe de estado que el tiempo, más temprano que tarde, se encargará de transparentar.

Es importante resaltar que la primera fase (2001-2014) se caracterizó por un fuerte avance tanto de la inversión privada como de la pública.  No entendemos bien el por qué mucha de la “obra pública buena” que se hiciera en este tiempo, en especial durante el gobierno del Presidente García, esté siendo ignorada tan radicalmente, con lo que se distorsiona la visión que los peruanos tenemos de la obra hecha.  No es fortuito el tener los altos índices de crecimiento que se alcanzaron en el mencionado periodo presidencial.  A primera vista, pareciera que este fenómeno se debe a la intencional campaña de desinformación que los medios periodísticos más importantes de nuestro país han puesto en marcha.

La segunda fase (2014 en adelante) se caracteriza por una clara frenada tanto de la inversión privada como la pública.  Se puede decir que actualmente estamos viviendo de las obras del pasado inmediato, a la vez que hemos abandonado planes y proyectos los cuales claramente nos harán falta en los próximos años.  Salvo algunos proyectos privados que podrían considerarse como excepción, la infraestructura básica se encuentra detenida debiéndonos preguntar: ¿A dónde está yendo a parar el flujo de efectivo con el que se hacían estas obras en la fase anterior?

Si se trata de evaluar la segunda fase, podemos afirmar que obras no hay; salvo las faraónicas cuyo costo de operación se mantiene pendiente en su asignación final.  Es decir, constatamos que en esta segunda fase se priorizó la lucha política de corto plazo con predominio de los mensajes de odio, porque así convenía a una corrupción obligada a imponer una estrategia de neutralización de la emergencia popular y en la que los medios de comunicación tuvieron un papel decisivo, sin escrúpulo alguno por el daño que le inferían a la sociedad peruana en su totalidad, no por falta de conocimiento de estas consecuencias, sino por un menosprecio por las personas que decían defender como el género femenino, entre otros aspectos de la vida social, elevando los niveles de violencia y arbitrariedad a límites que no se encontraban dentro de lo previsible muy pocos años atrás.  Para nuestra suerte, un significativo sector de la sociedad peruana está reaccionando con gran nobleza, ayudando a superarlos en forma efectiva.

No entendemos cómo es que todavía las encuestas informan que la opinión pública cree que el Congreso Nacional saliente fue obstruccionista, cuando está claro que existieron las campañas de odio promovidas por los medios de comunicación, cuyo desleal comportamiento es meridiano y puede ser descrito diciendo que “sonríen y se preocupan frente a ti, a la vez que te clavan el puñal por la espalda”, pudiéndose concluir que la primera víctima en esta lucha de corto plazo fue la verdad, que tanto se dijo era necesario defender.  El gobierno del 2016 se inició con una frase conocida y hasta festejada que confirmaba la intención de variar la correlación de fuerzas en el mismo Congreso mediante “prebendas” (esa fue la palabra utilizada).  Todo lo que siguió es historia conocida, por lo que no insistiremos en ello.

La pregunta que nos preocupa es: ¿Quién gobierna el país?  Desde nuestro punto de vista, el primer elemento a ser tenido en cuenta es el comportamiento del pueblo peruano que ha sabido mostrar una sabiduría trascendente con la que ha tomado importantes decisiones en función de los planteamientos que le fueron hechos.  Para nuestra buena suerte, el Perú ocupa una ubicación lejos de los centros de poder mundiales, por lo que la lucha de intereses no alcanza los niveles de fiereza que tiene en otras latitudes (ver Nota 1).  Sin embargo, sí están presentes determinados intereses internacionales los cuales ejecutan su juego manteniendo una cuota de influencia en la medida que encuentran terreno fértil.  Este fue el caso de Odebrecht y de otros equivalentes que todavía falta investigar.  Para estos fines es importante entender la estrategia seguida, para llegar a conclusiones valederas.

Un segundo elemento a considerar es el grupo dominante que conforma un interés plutocrático en nuestro país.  Para Reddeportiva.net es claro que hay un nivel de inteligencia en la sociedad peruana que ha puesto de acuerdo a los más importantes medios de información para emprender un ataque en contra de los intereses generales de los peruanos.  Esto no era la realidad en el segundo gobierno del Manuel Prado en que si bien se siguieron dando las campañas de odio promovidas por el diario El Comercio, existía el diario La Prensa con el cual mantuvo una abierta controversia.  Debemos hacer notar que las campañas de odio se manejan “con la rienda corta”.  Es decir, el manejo es muy fino y la manipulación alcanza niveles excepcionales.  La Nota 2 los puede convencer que esta práctica ya estaba presente en la política peruana a comienzos del siglo XX y siempre atribuida al diario El Comercio con lo que se puede afirmar que un dominio sobre la experiencia de la prueba y error existe.  Recientemente, hemos observado cómo se lanza una nueva campaña para incrementar la explotación del gas de Camisea.  Al parecer, no encontró un ambiente favorable, por lo que aparentemente ha sido retirada en espera de mejores tiempos.  Esto demuestra una vez más la existencia de una inteligencia atribuida al grupo dominante.  Los medios periodísticos tienen que darse cuenta que están generando anticuerpos por el contradictorio mensaje que han estado difundiendo, cuando actúan con tan poca transparencia.  Por un lado, impulsaron el odio como si fuera un sentimiento legítimo; y ahora, se declaran sorprendidos cuando abundan las llamadas falsas a los teléfonos del Ministerio de Salud.  Las campañas de odio impulsan la violencia la cual se generaliza en nuestro país, por lo que afirmar que es necesario dar mensajes en contrario, es cinismo puro, como el de aquél que con una mano trata de apagar los incendios, mientras con la otra sigue llenando las botellas con gasolina.  Esta falsa prédica que califica como doble patrón de conducta, a la larga, los está dejando sin destinatarios.  El problema de la prensa peruana es muy complejo porque están en la capacidad de cambiar las estrategias de campaña, con la finalidad de poder continuar con su capacidad de engaño intacta.  Otro ataque importante es el mensaje que busca hacer creer que el Estado Peruano es incapaz de solucionar los problemas que nos aquejan, sin reconocer que la lentitud gubernamental en gran medida se debe a mecanismos perversos intencionalmente introducidos en los procedimientos con el fin de mantener vigentes falsas promesas o los planes eternamente pendientes cuyo frutos nunca se llegan a ver; salvo que sean encargados a miembros del grupo dominante.

En Reddeportiva.net hemos teorizado, a partir de nuestra experiencia, que el grupo dominante tiene un núcleo duro, un círculo de clientela y otro círculo de oportunistas.  La actuación de este grupo en su conjunto es lesiva para los intereses del país.  Pero su actuación es de una respuesta blanda, que llena los vacíos que se producen, se encargan de poner trampas y celadas, así como de distorsionar la información que se pueda estar generando.  Este comportamiento puede llegar al delito en algunos casos, pero es claro que la larga experiencia que tienen en estos menesteres les facilita pretextos a montones, comenzando por el “no lo sabía” y continuando con muchísimos otros más.  Es claro que el Ministerio Público no la tendrá fácil, pero debemos esperar que hará su mejor trabajo, para lo cual deberá modernizar sus técnicas y recibir asesoría desde sociedades más avanzadas que la nuestra.

El tercer elemento a considerar es el vinculado a los distintos niveles de gobierno, desde el Gobierno Central hasta los distintos Gobiernos Locales.  La última impresión que da el gobierno es que hay un grupo de Ministros de Estado que creen en la verdad oficial que recientemente está circulando la cual afirma que somos los ciudadanos y los gobiernos locales los que no están funcionando apropiadamente.  Afirman que el Gobierno Central está haciendo bien su trabajo y que es la ciudadanía la que no se muestra permeable a todos los conocimientos que desde la capital del país se les está haciendo llegar.

En forma paralela, otro grupo de Ministros de Estado está consciente que el Estado Peruano ha retrocedido alrededor de 50 años en sus buenas prácticas y que ya no controla adecuadamente la atención hospitalaria, el cuidado de la niñez y la juventud, el mantenimiento de caminos y puentes, el control de ríos, lagunas y quebradas, la atención de la salud mental, los delitos menores y faltas, el cumplimiento de los objetivos de los reguladores de mercado, los planes y metas de desarrollo, la política internacional, entre muchas otras situaciones que conforman una vida normal en sociedad.  Por último, muchos entendidos están previendo que la política de vitrina seguida con mucha fuerza por los últimos gobiernos, con el apoyo de la gran prensa local, está llegando a su fin por falta de resultados y por la aparición de nuevas fuentes de información que será necesario impulsar, para bien de la salud democrática de nuestro país. 

Se hace necesario transparentar al máximo los planes y las estrategias del actual gobierno para enfrentar los más graves problemas como lo son la corrupción, el proceso anticorrupción, la seguridad ciudadana, etc.  Como adelanto de la próxima nota, diremos que debe evaluarse prioritariamente el proceso de descentralización iniciado durante el gobierno de Toledo.  Que la reforma política no se puede imponer de arriba hacia abajo.  Más bien, el camino correcto a seguir es el de organizar las bases y luego continuar hacia arriba.  En ese sentido, una asesoría internacional como la de los países de la OCDE sería de gran valor.  Con mayor razón, si viene acompañada de la creación de un proyecto de modernización tecnológica con métodos modernos de seguimiento para proyectos en que las buenas prácticas queden consolidadas y toda la ciudadanía pueda ser capacitada en nuevos Valores y Principios que hagan funcionar todas las cosas en nuestro querido país.

Con el cariño de siempre,

Notas anteriores sobre el tema: https://reddeportiva.net/principal/?cat=200

Nota 1: Etiqueta Proyecciones: https://reddeportiva.net/principal/?cat=779 

Nota 2: BASADRE,Jorge… “Historia de la República del Perú: https://drive.google.com/open?id=1MUE7tq9JW4s2p5QeibSN-_uMpYYiAvss