Dificultades para identificar el Bien Común en la sociedad peruana (continuación)

En Reddeportiva.net hemos sostenido que se debe dar un nuevo proceso de maduración social, pero esta vez en dirección contraria con el fin de impedir el éxito total del plan antes mencionado.  También hemos advertido que se puede caer en una reacción excesiva con características de “cacería de brujas” por lo que se requieren elementos de juicio adicionales para llegar al objetivo final de impedir para siempre que, un proceso donde primó la corrupción y la falta de respeto por el ciudadano, se vuelva a dar.

La responsabilidad de penalizar a los delincuentes corresponde al Ministerio Público y el Poder Judicial.  Al respecto, debemos opinar, con el mayor respeto, no solo que ambas instituciones se encuentran divididas en los criterios para evaluar los hechos a juzgar; sino que también están siendo atacadas por los grupos de poder que están tratando de imponer el ilegal, abusivo y corruptor proceso intervencionista arriba mencionado.  Al respecto, queremos presentar a la consideración de usted amigo lector una hipótesis sobre el proceso histórico que estamos viviendo con el fin de tratar el tema de las estrategias en conflicto y llegar a responder la pregunta sobre cuál de ellas se está imponiendo.

El Perú termina el siglo XX habiendo cumplido un problemático ciclo histórico, el cual aún no hemos terminado de describir con nuestras notas, superando dos de los problemas más graves que pueden afectar un país, el terrorismo y la hiperinflación.  El pueblo peruano se impuso a esta adversidad a base de resiliencia que le permitió rehacer tanto las finanzas como la economía de nuestra nación.  Sin embargo, es a partir de estas circunstancias, que nuestro país viene siendo sorprendido por este grupo plutocrático que pone en marcha en forma desleal un plan para capturar todas las instituciones del Estado y de la sociedad en general a base de métodos muy poco democráticos; no porque en las normas lo fueran así, sino por la campaña de manipulación con la que eran acompañados.   En la ejecución de dichos planes, los medios periodísticos participaron como punta de lanza empleando metódicamente campañas de odio destinadas a la demolición de los contrarios, imponiendo a base de prueba y error un entorno que consolidó la más grande estafa que se conoce en nuestra historia.  Ahora que todo este saqueo está quedando en evidencia y que todo el “decorado” se les está desmoronando, han iniciado un proceso de retirada estratégica en el que de paso están tratando de finiquitar dudosos contratos que el nuevo Congreso Nacional está en la obligación de detener.

Usamos con mucha claridad la palabra detener, porque estamos siendo testigos del inicio de una nueva campaña sobre la explotación del gas de Camisea, unido a la rehabilitación del proyecto gasoducto del sur, con argumentos claramente efectistas dirigidos a convencer a la opinión pública, pero que no tienen peso alguno desde un punto de vista económico o financiero, soslayando temas importantes como quiénes son los que se benefician con el nuevo proyecto, así como la razón por la cual el Estado y la sociedad peruana nuevamente deban apoyar a un grupo de empresas privadas que se encuentran en balcón sin asumir compromiso alguno, cuando los servicios de educación y salud públicas, entre otros, tiene tantas necesidades sin atender.  Es decir, nuevamente se nos hace llegar, a través de los medios de comunicación, mensajes falsos y mentirosos con el fin de hacer efectivas abusivas pretensiones.

Volviendo al tema estratégico, consideramos importante hacer un recuento de hechos que conectados pueden adquirir un significado de indudables consecuencias para una interpretación coherente que supere las numerosas contradicciones que están surgiendo en la política peruana.  En Reddeportiva.net queremos resaltar que fueron autoridades peruanas las que comenzaron a desenredar el hilo de la madeja de corrupción cuando decidieron investigar hechos delictivos relacionados con el gobierno de la Región Ancash terminando en sentencias condenatorias.  A estos hechos, debemos agregar el caso ECOTEVA cuyas primeras explicaciones dadas por los probables dueños no convencieron a nadie, pero destaparon movimientos irregulares de dinero en centros financieros mundiales.  El siguiente paso era una consecuencia natural de lo aquí mencionado y corresponde a funcionarios conocidos como Oficiales de Cumplimiento quienes obligatoriamente tienen que informar a las entidades de supervisión y control del sistema financiero toda operación sospechosa, forzando a que se tomen las medidas correspondientes dando como resultado que la firma Odebrecht fuera investigada y sancionada tanto en Suiza como los EE.UU. de América, con expresa mención de actos de corrupción en nuestro país.  Estos hechos demostrarían que la fuerza moral que existe en nuestro país está siendo determinante para fijar el rumbo en que avanza la gestión de nuestra sociedad.  Estos hechos tienen una importancia que no podemos dejar de apreciar, como tampoco minimizar en sus posibles consecuencias.  Creemos importante mencionar que en nuestro país hay antecedentes de esta labor de los Oficiales de Cumplimiento cuando se informó que Venero movilizaba significativas sumas de dinero en la época de Montesinos, apuntalando decisivas decisiones que vendrían luego.

En Reddeportiva.net hemos dicho que el ataque a la sociedad peruana lo está haciendo una alianza conformada por intereses económicos internacionales de nivel mundial, por un lado; y, un grupo plutocrático nacional normalmente vinculado a gestiones que hacen sus utilidades a base del “intercambio de favores”, rehuyendo los compromisos de largo plazo, por el otro.  Demás está decir que este segundo grupo todavía permanece en el anonimato, con excepción del club de la construcción cuya confirmación de existencia es relativamente reciente.  Corresponde al Ministerio Público y al Poder Judicial desvelar esta realidad y poner orden en nuestra sociedad.  De lo contrario, volverá a ocurrir lo que pasó en la segunda mitad del siglo XX, con la publicación de un libro titulado “Los Dueños del Perú” cuyo autor fue Carlos Malpica, el cual resultó fundamental para motivar, a partir de su publicación,  protestas, levantamientos y abierta insurrección; como también golpes de estado con los que se cerró el ciclo histórico anterior.

En Reddeportiva.net hemos insistido en que el país debe tomar la dirección contraria a la que ha seguido en los últimos tiempos.  Llama la atención que la estrategia seguida por el Estado Peruano tenga gran parecido con aquella que la ciudadanía piensa es la más favorable a Odebrecht.  Tal parece que ahora esta firma está siendo sorprendida por el avance de la colaboración eficaz de otros miembros importantes del “club de la construcción”, lo que parece haber elevado los niveles de conflicto en la sociedad peruana.

No se puede dejar de mencionar que, así como está dividida la sociedad peruana, también lo está la mencionada alianza usurpadora.  Como en el Perú todo se llega a saber, no sería de extrañar que se confirme lo que ya aparece en el horizonte político.  De un lado podría estar Odebrecht, los defensores del convenio de colaboración con los fiscales peruanos y la nueva licitación del gasoducto del sur que permitiría, a dicha empresa delincuente, alcanzar una salvadora novación, con la que liberará todo su patrimonio localizado en el territorio nacional, a costas de la ciudadanía peruana.  Del otro lado, estarían quienes impulsan otro convenio de colaboración con la empresa que reemplazará a Graña y Montero, una de las pocas empresas con el peso específico para demostrar las lesiones que nos ha ocasionado la empresa del otro bando antes mencionada.  Esta negociación será más difícil, en la medida que distintos personajes peruanos tomen partido, pudiendo ser peor si además toman acciones en defensa de sus posiciones previas, en lugar de encaminarse por el trabajo conjunto buscando la coherencia estratégica en beneficio de los intereses de toda la sociedad peruana en su conjunto.

Haciendo un giro hacia el Congreso Nacional, consideramos muy importante se tome conciencia que las últimas elecciones no pueden considerarse como de plena representación y comenzar a echar a andar a toda la sociedad peruana con un plan de largo plazo como si todo fuera normal, cuando es evidente que el ausentismo alcanzó niveles fuera de lo que sería considerado como su rango normal.  En el terreno deportivo, son muy bien vistos los actos de gran respeto y mucha consideración que se dan en momentos críticos al tenerse en cuenta las necesidades y los intereses de terceros, como en este caso lo sería este importante sector de la población.  La actuación de la representación nacional en un sentido como el señalado, haría pensar que también en política se puede dar el “Fair play”, levantando los valores de lealtad y compromiso y contribuyendo con uno de los objetivos más buscados como es el revalorar la imagen del Congreso Nacional.  Ejemplos de tal comportamiento los hay y muy abundantes, por lo que dejaremos de argumentar al respecto.  Solo diremos que se trata de una oportunidad que las futuras generaciones sabrán valorar.

Si de institucionalidad se trata, en el Perú se ha abusado de las organizaciones paralelas como el Acuerdo Nacional, los medios periodísticos, las organizaciones no gubernamentales que no rinden cuenta a instancias locales, etc.  Los peruanos debemos enfrentar el reto para corregir esta distorsión con mucha confianza en nuestro futuro y en la calidad de los Valores y Principios que conforman el sentir nacional y de los que estamos muy convencidos.  La institucionalidad resulta cada vez más necesaria.  Debemos regresar a lo esencial y lo óptimo, además de la necesaria simplificación.  El mensaje a toda la población que se está orientando la función legislativa en ese sentido tendrá importantes efectos desde el primer momento, porque se estaría regresando a la revaloración de los planes de largo plazo, neutralizando la sistemática política de confrontación inducida por el grupo dominante a través del control ejercido sobre el poder ejecutivo, con apoyo de los principales medios de prensa.

Un apoyo de carácter internacional para la reconstrucción de nuestro sistema legal es casi ineludible.  Se debe tener en cuenta que estamos viviendo en un mundo intencionalmente contrahecho, lleno de dispositivos contradictorios y de vacíos especialmente creados.  Se nos viene a la memoria una comisión de juristas europeos que nos visitara hace algunos años y que se declararon muy sorprendidos por que en el Perú se aprobaban leyes que se sabía no se podían cumplir.

En la sociedad peruana, el fenómeno de la corrupción es sumamente grave por la poca conciencia que se tiene de su presencia y de la forma en que afecta a toda la sociedad.  De este fenómeno no se libran tanto las organizaciones privadas como las públicas, que se ven afectadas por igual.  La corrección de este asunto tiene que partir de las más altas autoridades, privadas o públicas, en el que el ejemplo se constituye en el argumento más importante, porque todos saben leer entre líneas y se dan cuenta que las debilidades humanas son muy fuertes, por lo que los comportamientos dudosos ocupan el primer lugar cuando de reclamar presencia se trata.  En especial cuando de poner en prueba a los honestos se trata ya que todo se inicia con las faltas menores y luego no se sabe cuál es el límite.  En ese sentido los Códigos de Ética constituyen una garantía para quienes buscan mantener la integridad de las instituciones, porque con estos instrumentos queda determinado lo que se puede hacer y lo que no se debe también.

Regresando al Ministerio Público y el Poder Judicial, opinamos que tenemos confianza en la Junta Nacional de Justicia y que en el tiempo quedarán corregidas las deficiencias que la puedan afectar.  En especial si el Congreso Nacional asume plenamente sus responsabilidades desde el primer momento.  No tenemos dudas que será el Congreso Nacional el que marcará el paso para una verdadera canalización de la fuerza moral del país.  Como tampoco tenemos dudas que son los procesos democráticos la mejor garantía para la independencia y autonomía de las instituciones.  En ese sentido, tanto el Ministerio Público como el Poder Judicial harían bien en aprobar unos bien meditados Códigos de Ética.  Insistimos en lo de bien meditados porque poco se ha hablado y mucho se ha soslayado sobre los males operativos que afectan a ambas instituciones.  Es claro que existen además prácticas de vida y hasta de indebida dependencia y manipulación que deben ser corregidas.  En ese sentido, las mencionadas instituciones deben dar los mensajes correctos hacia el interior de cada una de ellas, como también tomar las medidas correctivas en forma oportuna con el fin de evitar el progreso de las malas prácticas.

Un tema que merece especial consideración es el conocido como la “Descentralización del Perú”.  Este tema ha sido siempre una preocupación para nuestros constitucionalistas desde que se formó la República del Perú.  Desde los primeros momentos, en nuestro país se tuvo muy presente la organización asumida por los Estados Unidos de América, aunque nunca llegó a convencer a nuestros constituyentes que siempre aprobaron “embriones” con distintos nombres y propósitos a los cuales no se les puso empeño para que funcionaran hasta bien entrado el siglo XX (ver Nota 1).  En la práctica, la descentralización tomaba importancia política sólo cuando el gobierno central entraba en crisis y no podía asumir responsabilidades sobre lo que pasaba en provincias, lo que sucedió alrededor de 3 ó 4 veces en toda nuestra historia.  Es por eso que llama la atención que, cuando era Primer Ministro Roberto Dagnino bajo la presidencia de Toledo, se iniciara un proceso de regionalización que nos ha traído más de un inconveniente, siendo necesaria una nueva evaluación, ahora con las ideas más claras de nuestra integración a un mundo muy distinto como es de prever será el del siglo XXI.

Lo mencionado nos lleva a decir unas palabras sobre la gestión del Poder Ejecutivo.  Debemos tomar conciencia que nuestro país ha sido gobernado por quienes pusieron en práctica una estrategia basada en el acuerdo de las fuerzas extremas de nuestro espectro político que se impusieron a las fuerzas de centro.  Esta idea debe entenderse en su sentido más amplio para encajar al segundo gobierno de Alan García que gobernó con gran cantidad de independientes en puestos claves, al priorizar resultados sobre reformas, lo que estaba más en línea con la idea de su reivindicación por el mal primer gobierno entre los años 1985-1990.

Como la nota ya nos está saliendo muy larga, queremos tan solo decir que pareciera no existir unidad de criterio en el equipo ministerial actual, sobre la gestión de los recursos disponibles y la idea de poner en marcha la redistribución de competencias derivadas del proceso de descentralización antes mencionado.  En una próxima nota, trataremos de darles una mejor aproximación al tema, en la medida que la información recibida lo permita.

Con el cariño de siempre,

Notas anteriores sobre el tema: https://reddeportiva.net/principal/?cat=200

Nota 1: https://reddeportiva.net/principal/?p=139654