Dificultades para identificar el Bien Común en la sociedad peruana (continuación)

El tema central en nuestra sociedad es el de la escala de Valores y Principios, con la que podemos estar de acuerdo la gran mayoría de los peruanos, la cual viene siendo atacada desde un grupo reducido de personas que conforman el núcleo duro del grupo dominante de nuestra sociedad, en alianza con poderes internacionales de nivel mundial,  tratando de imponernos una escala de Valores y Principios distintos con el fin de alterar nuestro normal desarrollo y así justificar decisiones que favorezcan sus intereses plutocráticos, los cuales son muy distintos a los del bien común de los peruanos.

Debemos insistir en la idea que nuestra sociedad ha sido dura y constantemente saboteada por mucho tiempo con la intención de dividirnos y no podamos adoptar una estrategia de desarrollo con la cual lograr nuestro progreso, haciéndonos perder muchas oportunidades para salir del atraso en que nos encontramos.

Con fines de una mejor comprensión del proceso que estamos viviendo, hemos señalado que en el siglo XXI estamos repitiendo la historia que vivimos en el siglo pasado cuando un determinado grupo, ejecutando una clara estrategia de lucha social, iniciara una interesada campaña de odio entre peruanos; a la cual seguiría una etapa de división social y de duros enfrentamientos entre los ciudadanos; continuando con otra de una profunda persecución; y, terminara con momentos de gran convulsión social y de mucho sacrificio de la población en general.  Este es el proceso que tenemos la obligación moral de detener en el presente siglo, si queremos evitar que se nos vuelva a condenar a la pobreza y el subdesarrollo.  Esta disyuntiva tiene un marco que trasciende nuestras fronteras, en prueba de lo cual adjuntamos un vídeo con hechos de actualidad (ver Nota 1).

Este domingo 26 de enero se ha cumplido en nuestro país un proceso electoral con el cual hemos elegido la nueva representación que integrará el nuevo Congreso Nacional.  En Reddeportiva.net pensamos que la nueva conformación está mejor preparada que la representación anterior, para superar los gigantescos retos que están apareciendo en el horizonte.

Creemos que las nuevas bancadas responden a organizaciones políticas mejor constituidas, tanto desde el punto de vista ideológico, como de la homogeneidad de sus representaciones.  Este hecho marcará tendencia en el largo plazo para que los partidos políticos adopten mejores principios de administración y de gestión de sus recursos que en el pasado.  Esta afirmación es válida tanto para las organizaciones que han alcanzado alguna curul en el presente periodo, como para todas aquellas con vocación de servicio que queden fuera de dicha función en cumplimiento de las leyes electorales.

Una clara ventaja, de este nuevo Congreso Nacional, la encontramos en la mayor diversidad de intereses con los que inicia sus funciones, porque disminuye la capacidad de los medios de comunicación para atacar a las representaciones de oposición, obligándolos a enfrentar un mayor número de líderes, más cercanos a sus representados,  con las consecuencias de hacer más difícil la manipulación de la opinión pública.

En ese sentido, la ciudadanía ha preferido diluir la responsabilidad de fiscalización en un mayor número de organizaciones políticas que se ubican en un más amplio espectro social, en cuanto a posiciones  ideológicas se trata.  Creemos que la nueva conformación exigirá a los medios de comunicación un mayor refinamiento para poner en funcionamiento el principio de “divide y reinarás”.  Más bien, insistimos que la nueva conformación exigirá del gobierno una efectiva transparencia, poniendo a los medios de prensa en una posición muchísimo más difícil.

La mejor estructura del nuevo Congreso Nacional obligará al grupo dominante a ser cada vez más agresivo, al no conseguir los resultados que está buscando, dentro de los plazos previstos, antes que la población en general se dé cuenta de la carencia de resultados en su beneficio y del incremento de las dificultades vinculadas a los factores de desarrollo que está generando la gestión actual del Poder Ejecutivo.

Al respecto, queremos prevenir a la población en general y a los nuevos congresistas en particular que esta mayor agresividad del grupo dominante se manifestará en el empleo de métodos de demolición muy desleales de los que no se tiene clara conciencia.  Estos métodos repetirán toda la batería de “argumentos” manejados por los medios de comunicación desde hace 20 años, con los que justificaron la planta de licuefacción de Pampa Melchorita, las carreteras transoceánicas,  la alterada irrigación de Olmos, la hidroeléctrica de Chaglla, entre otros proyectos menos sonoros pero no menos importantes como el Metro subterráneo, la refinería de Talara, etc.; así como también las campañas de destrucción de argumentos u obstáculos que pudieran considerarse como estorbo para este tipo de proyectos como fueron los peajes o el aeropuerto de Chinchero.

Pero también están las emboscadas, las campañas mediáticas a base de repetición de supuestos cargos o de medias verdades, así como otras construcciones más complejas como la de los “cuellos blancos” entre otras que los especialistas podrán dar a conocer con más orden y precisión.

Lo que aquí queremos decir es que los nuevos congresistas serán vilmente atacados si no siguen los lineamientos impuestos por ese núcleo duro que tratará de colocar en su propio beneficio importantes proyectos como el gas de Camisea y alrededores, en condiciones poco transparentes; entre otros proyectos que sería largo enumerar.   Los nuevos congresistas deberán enfrentar campañas muy fuertes, tanto para comprometerlos, como para desprestigiarlos, de mantener una línea de oposición a procesos poco idóneos.  Les van a poner en su camino todos los palitos imaginables con el fin de hacerlos tropezar; o, les van a hacer pagar el noviciado en formas que nunca imaginaron. 

El nuevo Congreso Nacional está obligado a aprender muy rápido el cómo enfrentar las nuevas estrategias de lucha que utilicen los poderes de facto, que continuarán teniendo los medios de comunicación a su servicio.  Los nuevos congresistas, así como la población en general, deben estar conscientes no solo que desde la 2da Guerra Mundial los procesos de manipulación y dominio social han perfeccionado un extenso conocimiento y una significativa experiencia práctica sobre estos temas; que hay en juego muchísimo dinero y recursos naturales que defender; y, que tanto los directivos del grupo dominante como sus asesores, han dado muestras muy claras de sus pocos escrúpulos y de su ruda determinación.

En el corto plazo, la lucha política comenzará con alteraciones de la paz social, en especial en el orden de las cosas, la afectación de las garantías y de los derechos fundamentales, el respeto por el debido proceso; impulsando la creación de un clima de miedo y de terror para que la población exija un régimen de excepción que permita repetir las épocas de la temida persecución del siglo pasado.  En ese sentido, campañas o declaraciones relativas a un entorno de emergencia como las inexplicables e inoportunas declaraciones sobre el proyecto de Tía María; el recojo de la basura en Surco; la inmediata programación de la audiencia para revisar la resolución de los peajes; son capaces de producir los resultados señalados.  En el siglo pasado, a hechos similares continuaron los falsos testimonios en contra de los congresistas y hasta los golpes militares que es necesario evitar.

Los ataques ganarán rudeza en la medida que los congresistas hayan actuado con prudencia superando las trampas o emboscadas que les pongan, ya que el tiempo juega en contra del grupo dominante, porque la corrupción tiene urgencia de concretar nuevos contratos para consolidar sus cuestionados derechos.

El Congreso Nacional debe exigir transparencia, en especial con la deuda pública y toda otra obligación contingente que se pueda generar.  Se debe tomar conciencia que no hemos sentido las consecuencias del daño que nos ha originado la corrupción porque todavía no lo hemos pagado.  Mucho ha sido financiado o titulizado en forma de flujos futuros de efectivo como los peajes que están previstos como cargas para la ciudadanía por los próximos 40 años.

Estas elecciones han puesto a los principales partidos políticos del país en un nuevo punto de partida en que las oportunidades están abiertas a la competencia, en especial para el 2021.  Es claro que los tiempos que vienen van a ser duros, en especial si no se quiere dar pretextos a los intereses creados para romper el actual proceso democrático.

Lo ocurrido el siglo pasado, puede volver a ocurrir en el presente.  La historia nos dice que se viene la vigencia de un régimen de excepción con el que quedará justificada cualquier persecución.  Repetimos algunas frases escuchadas recientemente: “Prepárense Peruanos” o “La confrontación no es el problema; lo es el odio”.  Es muy importante darnos cuenta de lo que realmente está sucediendo, para que podamos superar airosos todos los inconvenientes que nos están “sembrando” en el camino.

Con el cariño de siempre,

Notas anteriores sobre el tema: https://reddeportiva.net/principal/?cat=200

Nota 1: https://www.youtube.com/watch?v=Rir4DOHTV5s