Hemos señalado que el proceso político que tuvo el Perú a inicios del siglo XX guarda fuerte similitud con el del siglo XXI. Ambos procesos tienen un gobierno renovador que pone modernas bases para un desarrollo importante. En el siglo XX, las bases puestas por el gobierno de Piérola entre 1895 y 1899, sirven para formar un nuevo poder agrario, así como otro financiero. En el siglo XXI, las bases puestas por el gobierno de Fujimori entre 1990 y 2000, han derivado en una nueva concentración de poder en los mismos sectores que cien años atrás.
A comienzos del siglo XX, luego de una lucha política (ver nota 1) en la que el usufructo del Presupuesto Nacional jugó un importante papel, la concentración del poder se fue acrecentando (ver Nota 2), en especial durante los gobiernos que siguieron a los de Billingurst, a quien prontamente obligaron a renunciar en 1914 (ver Nota 3 y 4), y de Leguía que terminará en 1930.
En el primer tercio del siglo XX, la economía peruana tuvo un crecimiento sobresaliente no solo por el desarrollo de nuevos productos, sino también por circunstancias de guerra mundial; las que unidas al recientemente inaugurado Canal de Panamá, crearon muy favorables condiciones para generar excedentes cuya distribución no podemos afirmar que fuera equitativa.
En las Notas 5, 6 y 7 podemos ver los datos relativos a Presupuestos de la República, Comercio Exterior y Deuda Pública hasta el final del gobierno de Leguía en que constatamos el surgimiento de un nuevo y potente sector como es el minero. El legado de todo este crecimiento no es algo que pueda ser visto con facilidad. Nos quedaron ferrocarriles y carreteras, así como muchas cargas entre ambientales y financieras. En las Notas 8 y 9 encontrarán el resumen de los actos de gobierno de quien en los hechos transformó el país. Se puede decir que estuvo lejos de ser suficiente y equilibrado. Lo que no se puede negar es que se hizo mucho; que la tarea del momento era gigante; y que, por lo tanto, el legado tiene mucho de intangible, en especial cuando miramos la ciudad de Lima, la cual pudo desarrollarse en el siguiente siglo bajo lineamientos aprobados en esta época con una clara visión de futuro.
El déficit de gestión de esta época se encuentra en la cuestión social que no logró escapar de las condiciones en que se encontraba luego de la guerra de 1879. La lucha política no pudo superar el corto plazo, lo que daría pie para que la persecución fuera una constante en los siguientes años lo que dividió profundamente a la sociedad peruana llevándonos a un subdesarrollo que aún pesa sobre las grandes mayorías. Esta situación no conjuga con el gran potencial que presenta el territorio que ocupamos; ni con los valores de laboriosidad y solidaridad que caracterizan a nuestra población.
En el presente siglo, estamos retornando a esta increíble lucha política por el destino del Presupuesto Nacional del que la sociedad peruana no ha tomado debida conciencia, mereciendo una detallada explicación al respecto, no solo de los ingresos por impuestos y la asignación de los gastos o egresos, sino también por el incremento de la deuda pública y otras cargas impuestas a la población bajo otros conceptos como los peajes y nuevas modalidades financieras con las que se ha modificado las finanzas públicas.
A diferencia del siglo anterior, en el presente siglo, los gobiernos que hemos tenido a partir del año 2000 han comenzado con la mesa servida, tanto por la abundancia de recursos como por la superación en alto grado de los potenciales conflictos internacionales. Sin embargo, la población peruana ha recibido con sorpresa el ataque de un grupo mafioso del que solo se puede inferir su existencia porque ha permanecido a la sombra desde la cual utilizó los medios más modernos de manipulación social y de la opinión pública para enlodar a los contrarios e imponer sus más egoístas intereses. Habíamos previsto tratar este asunto en la presente nota, pero por razones de espacio lo dejaremos para la próxima)
La cuestión que surge en forma obligatoria es ¿Qué otros medios tenemos para entender lo que pasó el siglo pasado y lo que está pasando en el actual? ¿Cuáles son las diferencias? Pues es mucho lo que se puede decir. Trataremos de resaltar lo más significativo.
En principio, hay una gran diferencia entre el Perú de inicios del siglo XX y el de inicios del siglo XXI. En el primero, la escasez de recursos fue la constante a diferencia del actual en que parece faltar la capacidad de gestión y el entendimiento de cómo interpretar la realidad.
En el siglo XX las distancias eran enormes, lo que no sucede en la actualidad en que las comunicaciones tienen una importante presencia. Es por eso que, hablar de centralismo no es lo mismo en el tiempo, como tampoco de la producción de bienes debiendo aceptar que en el siglo pasado era fácil hablar del sembrar para el autoconsumo, cuando ahora no parece ser el caso.
Dicho esto, regresemos al ejercicio del poder y a la gestión pública. Evidentemente, los beneficios del progreso no fueron distribuidos adecuadamente. Hasta el 2do gobierno de Leguía hubo mucha inversión en infraestructura lo que no sucedió en los siguientes gobiernos en los que la lucha política se hizo más áspera llegándose a una clara confrontación. Se produjo un levantamiento en la ciudad de Trujillo (1932) donde se atacó un cuartel del ejército con numerosas y dolorosas muertes. Lo mismo sucedió con los esposos Miro Quesada propietarios del diario El Comercio quienes fueron muertos (1935) cuando se trasladaban por las calles de Lima. La persecución política se realizó principalmente contra miembros del Partido Aprista Peruano (APRA) (ver Nota 10). Evidentemente, el entorno de controversia dividió profundamente a la sociedad peruana, lo que fue aprovechado por quienes obtenían beneficios personales con esta situación, consolidando un círculo vicioso.
Merece destacarse el 1er gobierno de Manuel Prado (1939-1945) que no solo baja la tensión política, sino que pone en marcha un modelo de desarrollo corporativo (ver Nota 11) que era el imperante en las naciones que ejercían liderazgo en estos asuntos. En nota anterior hemos señalado la importancia de la carretera Concepción-Satipo construida durante este mandato porque estuvo orientada a revalorar los proyectos de colonización de tierras, que bien podrían haberse actualizado a partir del año 2000, en lugar de lanzar un proyecto de descentralización tan mal concebido y que más parece haber tenido otras intenciones.
Debemos hacer notar la exitosa campaña de odio que un sector de la política peruana utilizó en su propio beneficio y que tanto daño causara a final de cuentas. Hemos visto que ya Piérola se quejaba de las campañas de odio. También se produjeron y con mucha más fuerza durante los años 1930s. Estas campañas se mantuvieron presentes gran parte del siglo XX (ver Nota 11), alcanzando formas tan variadas que sería muy largo describir, hasta que llegó el golpe de estado de 1968. Debemos decir que hasta ese momento, el diario El Comercio se vendía principalmente en Lima donde claramente dejaba sentir su influencia no obstante la fuerte competencia ejercida por la presencia de otros periódicos. Al término del gobierno militar la situación había cambiado radicalmente. A partir del año 1974, con la expropiación de los principales medios escritos de comunicación, toda la prensa comenzó a difundir las mismas noticias, induciendo a la población a concentrar sus transacciones en el diario que le ofrecía más beneficios, en especial si consideramos que en nuestra sociedad, hasta el papel era escaso. Para cerrar la idea, al regresar el Presidente Belaunde al gobierno en el año 1980, uno de sus primeros actos fue el devolver los medios a sus propietarios, dictando medidas complementarias en apoyo de las empresas periodísticas lo que fue muy bien aprovechado por El Comercio propiciando el dominio que actualmente ejerce en la política peruana.
Nuestra tesis afirma que en el siglo XX, a pesar que hubo gobiernos con una clara intención de hacer lo mejor posible, no fue lo suficiente para evitar la convulsión social. En el siglo XXI, por el contrario, no vemos que los gobiernos hayan tenido el compromiso que tuvieron los gobernantes del siglo pasado, durante los años que están corriendo. Sería injusto no apreciar el esfuerzo por conseguir los tratados de Libre Comercio y alguna otra actividad que no llegamos a ver con claridad, pero eso no es suficiente porque hemos perdido mucho tanto en el terreno de los Valores y Principios como en el gobierno de nuestro propio destino.
Pareciera que por fin el pueblo peruano está tomando conciencia del daño que causa el juego de la campaña de odio. Quienes parecen no haberse dado cuenta de ello son los mismos que lo han puesto en marcha, al parecer más motivados por llenar sus arcas y defender sus privilegios que en cumplir con lo que la población espera de todos nosotros.
En la próxima nota insistiremos en que hubiera sido mucho mejor que la capacidad financiera que consiguiéramos con el fujishock, se hubiera empleado en financiar proyectos como los de colonización de tierras que en financiar a empresas constructoras para construir obras de poco valor para la población en general.
Con el cariño de siempre,
Notas anteriores sobre el tema: https://reddeportiva.net/principal/?cat=200
Nota 1: BASADRE, Jorge… “Historia de la República del Perú”, https://drive.google.com/open?id=1G3aCI0iZ8OdfqTF6VDPEJBi8uK3L_Dte
Nota 2: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=1OosIWWtnMdVir5TzzLZ8dPVkC9cCEb-X
Nota 3: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=1ukIQgHiBzfkk1MjgYxjAxJ5aVIK-mre-
Nota 4: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=18RLeg5Lj00hfGAfV6dJC97llwYyNbu-C
Nota 5: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=11WB_ha9wkCUMKhGpWYJS1D6idgsGeLJL
Nota 6: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=1b4wuSvViBRNO4Tp0vj8b6kqEHM0il1m8
Nota 7: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=1_M-9SChlGYZxnBPkDXLyK4mNWs5LORsQ
Nota 8: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=1Wz_NfjeLWIVLt5mryZT0j-ZL0ZN17UAB
Nota 9: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=1V3qAnhNO_LIvRPJxmjMN0cBPJGlF_mOR
Nota 11: https://reddeportiva.net/principal/?p=139654