El historiador Basadre argumenta que, en el Perú, el grupo de personas con mayor poder político durante la llamada República Aristocrática (ver Nota 1 parte final) “mantuvo ciertas garantías mínimas, respetó los formalismos legales, dio en ocasiones muestras de arbitrariedad, capricho o espíritu estrecho pero nunca de tiranía desenfrenada,…”como sí ocurrió en otros países hispanoamericanos caracterizados por “el predominio de oligarquías formadas por aristocracias plutocráticas que regían democracias aparentes al amparo de la pasividad o del conformismo populares .”
Los elementos a tener en cuenta, para llegar a una conclusión similar deben ser mucho más amplios. El mismo Basadre da cuenta de cómo el país puede desviarse de la institucionalidad, a pesar del crecimiento económico (ver Nota 2, año 1904 final de la nota), con graves consecuencias para el desarrollo. Conviene aclarar que no buscamos consuelo apoyándonos en el mal de muchos.
Es importante tener en cuenta el punto de vista en el nivel individual. Para muestra un botón, que revela no solo el abuso de quienes sólo buscan el provecho personal (ver Nota 3), sino también, lo que es más grave aún, la maestría en el uso de mecanismos creadores de división social, a los cuales debemos sumar las campañas de odio utilizadas por los medios de comunicación, cuando se incluye a las ciudades bajo el sistema de dominación.
Esta descripción bien puede calzar con la apariencia de realidad en el Perú actual, 100 años después. Sin embargo, es más grave aún porque hoy sabemos que durante las últimas dos décadas hemos sido víctimas de una gigantesca estafa, aunque no tengamos claro quiénes son los responsables del delito; cómo vamos a superar el gravísimo desarreglo financiero (del que el gobierno no habla porque sabe que los medios culparán al siguiente); y, mucho menos, si el daño va a ser reparado o no (ver Notas 4, 5 y 6; esta última del 12 de enero de 2019 coincidente con la renuncia del Fiscal de la Nación Pedro Chávarry el 8/01/2019).
Aparentemente, el historiador Basadre ve grupos plutocráticos en los países vecinos, pero no en el nuestro. Tampoco menciona expresamente el ilícito usufructo del Presupuesto Nacional que ejecuta el grupo dominante en beneficio propio, aunque claramente está implícito en los argumentos presentados por la Nota 1. Lo dicho nos conduce al tema del conocimiento y cómo tratarlo con fines de comunicar con propiedad y fidelidad lo que está sucediendo o ha sucedido en la realidad. Quizás el historiador tenga algo de razón si del carácter nacional se trata y lo extrapolamos a la forma de cómo se combatió a elementos subversivos en países como Argentina, Chile y el Perú durante la segunda mitad del siglo XX, por poner un ejemplo. No se puede concluir que el conflicto no alcanzó el mismo nivel de confrontación en estos tres países, porque no se utilizaron los mismos métodos para darle solución.
Que el Perú ha cambiado mucho en el fondo y la forma durante los últimos 100 años; no se puede negar, y más aún si nos remontamos 200 años atrás. Pero donde no hemos cambiado mucho es en los procesos sociales, lo que vamos a tratar de explicar.
En Reddeportiva.net opinamos que la cuestión peruana es principalmente de Valores y Principios, con lo que nos ubicamos en un terreno de ideas e interpretaciones que es necesario ordenar y consensuar con el fin de que puedan ser utilizadas en provecho del desarrollo social; en especial, cuando lo que se busca es una orientación que ayude a proyectar el futuro de nuestras decisiones del presente.
Cuando hablamos de procesos sociales, podemos decir que hay procesos de corto plazo, de mediano plazo, de largo plazo y de muy largo plazo. En otras palabras, tenemos que ubicarnos en la perspectiva histórica correcta para poder beneficiarnos del marco teórico. En ese sentido, nuestro país tiene el privilegio de jugar en la liga mayor de las civilizaciones originarias; por la ubicación geográfica; el desarrollo étnico; el desarrollo histórico que llevó a que se nos considerara una civilización trunca al caer bajo el Imperio Español, pero que en los hechos, la fuerza de la misión civilizadora en su más amplio sentido está enmendando dicha opinión; y, por el futuro previsible para una sociedad como la nuestra tan rica en muchos terrenos, en especial el de sus valores culturales tradicionales, los que tanto reconocimiento vienen recibiendo últimamente a nivel internacional.
Cuando hablamos de la liga de las civilizaciones originarias, nos estamos refiriendo a la Mesopotamia, la China, la India, la Meso Americana y la Andina. A nosotros nos corresponde esta última, donde estamos tratando de construir una nueva Patria y una nueva Nacionalidad.
El proceso civilizador que a nosotros nos corresponde, se remonta a más de 8 000 años atrás con huacas pre-cerámicas ubicadas en el valle de Chicama; y, si de ciudades se trata, tenemos Caral en el valle de Supe con una antigüedad de 5000 años.
Los estudios indican que la ciudad de Caral, no obstante su importancia, carecía de murallas de defensa, lo que obligó a los estudiosos a reconsiderar sus hipótesis de formación de ciudades, revalorando la influencia de las actividades de comercio, frente otras ciudades de similar trascendencia ubicadas en el antiguo oriente, en las que todas contaron con defensas de gran magnitud. La Ética que refleja este descubrimiento puede tener influencias en el comportamiento que se percibe del peruano actual, lo que debe merecer nuevas investigaciones sobre el tema.
Al respecto, opinamos que el tener una historia tan antigua como la nuestra, significa un mayor mérito para los buenos gobiernos ya que el conseguirlos requiere una concepción superior de cómo entender las obligaciones del Estado. Ese fue el reto que se presentó en el Perú terminada la guerra de 1879, en especial cuando iniciamos el cambio de un sentimiento hispanoamericano hacia otro nacional; no solo por la complejidad y variedad de las fronteras internacionales que estaban pendientes de definir, sino también por los necesarios saltos culturales que tendríamos que dar por la repentina presencia de una modernidad que continúa hasta nuestros tiempos.
No queremos terminar la nota sin dejar de mencionar un ejemplo actual para ilustrar los niveles de conflicto que revelan los procesos de la lucha política y que nos regresan a la importancia de los Valores y Principios, así como a la gigantesca labor que tenemos por delante, en la medida que cada vez es más patente la profundidad de la crisis que enfrentamos. Más grave aún, cuando poco se habla del grupo dominante en este siglo XXI y de sus características plutocráticas. En la próxima nota trataremos de ahondar en un marco teórico que permita darnos cuenta de su comportamiento y métodos para obtener la colaboración de otros sectores de la población.
Como adelanto, queremos referirnos a una nueva campaña por la que los medios están cargándole la mano, en un proceso que fácilmente puede configurar un entorno de “persecución”, a quienes critican la labor de los fiscales conocidos como el “equipo lavajato”. Es del caso mencionar que el Ministerio Público (fiscales) está dividido. Por un lado, fiscales distintos a los del equipo antes mencionado, están consiguiendo resultados que no muestran los otros. Los argumentos esgrimidos por los medios periodísticos pretenden limpiar la falta de efectividad del equipo “lavajato” responsabilizando a todos los demás, en especial al grupo de abogados defensores, censurando toda crítica a la muy débil estrategia seguida oficialmente por el Ministerio Público a partir del momento en que se tuvo noticias de la sanción a empresas constructoras brasileras por parte de las autoridades de los EE.UU. de América. Nos preguntamos, ¿Cuál es la responsabilidad de los abogados defensores, si los documentos que llegan a sus manos son ilegibles? Más fácil es, pensar que la responsabilidad de todo esto se encuentra en el otro lado. Hay personas que ya están criticando al “equipo lavajato” por haber hecho lucha política en lugar de perseguir el delito. Que no tiene un caso sólido, por lo que no le interesa que se produzcan las sesiones judiciales, porque solo les interesaría el escándalo, más aún si se tiene en cuenta que están cerca las nuevas elecciones parlamentarias. Se menciona que es estratégico el prolongar la campaña mediática para perjudicar la campaña política de la oposición al ejecutivo.
No podemos dejar de pensar que el “equipo lavajato” no ha seguido una estrategia adecuada tratándose de un caso tan complejo como el que tienen entre manos. En primer lugar, si se está procesando a políticos, lo normal es que los fiscales buscaran oportunamente un apoyo idóneo con el fin de poder enfrentar a los más altos niveles constitucionales y obtener el respaldo institucional requerido, lo que no parece ser el caso si nos atenemos a la profunda división que afecta al Ministerio Público la cual se hace cada día más evidente. Tampoco es convincente que recién ahora se pregone la falta de recursos y menos sin identificar los tipos de recursos que solicitaron y el momento en que se los negaron. ¿Se planteó colaboración internacional de alto nivel para poder controlar a delincuentes que juegan en las ligas mayores a nivel mundial? Quejarse ahora, cuando todo indica que no están convenciendo a los miembros del Poder Judicial, más suena a pretexto que a una solicitud coherente con un comportamiento diligente como debió ser asumido desde el principio.
También consideramos necesario decir algunas palabras sobre el acuerdo de Sala Plena relativo a la prisión preventiva. Sin ser especialista del tema, pareciera que fue tomado más para contentar a las tribunas que para orientar a los destinatarios. No consideró el caso del procesamiento a políticos, lo que lo hace poco útil para las especiales circunstancias que evidentemente se tendría que enfrentar en el corto plazo; habla de la necesaria evaluación de las posibilidades de hallar culpable al procesado, lo que reciente la presunción de inocencia. Encontramos más ilustrativos los vídeos transmitidos por el canal de TV del Poder Judicial destinados a capacitar a los jueces en el tema de la prisión preventiva, los cuales ponen énfasis en la interferencia física y personal del procesado y no tanto en la interferencia ejecutada por terceros, la que resulta indiferente a la prisión o no del primero de los nombrados.
Es legítimo sospechar que nuevamente los grandes intereses se van a salir con la suya ya que solo con un verdadero debido proceso se les podrá condenar como merecen por tan enorme daño inferido, al desviar importantes recursos presupuestales que tanta falta hacen para conseguir un verdadero desarrollo; el cual es posible, si se está a la altura del reto. Es decir, si cada uno de nosotros cumple con su deber.
El momento parece propicio para evaluar estrategias. Creemos que los reaccionarios tienen la oportunidad de unirse a los trabajos de largo plazo que ha emprendido el pueblo peruano. Los abusos de las últimas décadas se encuentran en proceso de investigación, determinación de responsabilidades, juzgamiento y sanción; así como de corrección oportuna si el proceso político logra encaminarse como corresponde.
En el Perú hemos aprobado legislación de confesión sincera. En otras palabras, quienes tuvieron un comportamiento que lamentar tienen la oportunidad de reconocer sus malas conductas, de reparar el daño y de hacer efectivo el propósito de enmienda. Si queremos resumir en una sola palabra lo aquí expresado, esta es “Compromiso”, pero del firme.
Con el cariño de siempre,
Notas anteriores sobre el tema: https://reddeportiva.net/principal/?cat=200
Nota 1: BASADRE, Jorge… “Historia de la República del Perú” https://drive.google.com/open?id=1-vPXDMneYrw-L72x2osIHJPAcWMTMELa
Nota 2: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=1RN8k-u_-UDqB0FFV44usA0alhWEYlews
Nota 3: Ibídem, https://drive.google.com/open?id=1Gp26Jm-8AbMq3pOUqZqDtBHrtEjmxBXS
Nota 4: https://reddeportiva.net/principal/?p=92731
Nota 5: https://reddeportiva.net/principal/?p=92876
Nota 6: https://reddeportiva.net/principal/?p=93461 (no incluida en la separata)