Dificultades para identificar el Bien Común en la sociedad peruana (continuación)

Es muy claro que nuestra sociedad ha sido víctima de un ataque cuyo objetivo fue no solo desinformar sobre lo que realmente sucedía en nuestro entorno; sino también ejecutar acciones de “lavado de cerebro”  con el fin de colocarla en un estado de vulnerabilidad frente a intereses particulares que llegaron a crear un esquema ideológico de subordinación y dependencia que ha sido capaz de poner en prisión a inocentes  e inducir al suicidio a personas notables o no.

La tesis que sostenemos señala que hemos llegado al momento de hoy, luego de un largo andar que comenzó con la modernización social que se produjo a partir del gobierno del General Odría, y que llega a nuestros tiempos luego de un larguísimo proceso histórico en que se fue perfeccionando la técnica de dominación en la medida que fueron desapareciendo los escrúpulos y reduciéndose el grupo dominante a personas cada vez con más poder.  Opinamos que la situación actual no hubiera llegado sin la activa participación de los medios periodísticos más importantes de nuestra sociedad, que cumplieron un decisivo papel del que ahora pretenden desprenderse.

Es por eso que mucha de la información que se da por cierta en nuestra sociedad, se encuentra adecuada a los intereses de quienes lograron imponer sus prioridades en los últimos 20 años.  Pretendemos hacer una selección de hechos que usted evaluará y podrá comentar.

En nota anterior habíamos expresado que durante el gobierno de Manuel Odría se produjo una bonanza que el gobernante de la época distribuyó con una marcada visión social generando un notorio bienestar.  No se puede dejar de mencionar la puesta en marcha de la construcción de la Hidroeléctrica del Cañón del Pato que diera impulso a la Corporación del Río Santa, con la que se inicia un modelo corporativo de producción que llegará a su fin con la Constitución de 1993.

La situación de holgura cambia con la llegada del gobierno de Manuel Prado (1956-1962) en el que las necesidades de la sociedad fueron sobrepasando los recursos económicos y financieros disponibles, siendo necesario tomar medidas correctivas, lo que también fue señalado en la nota anterior.  En este periodo, se termina la hidroeléctrica antes mencionada y se continúa con el modelo corporativo creándose las Juntas de Obras Públicas.

Dicho ajuste presupuestal afectó principalmente al sector educación lo que, desde una perspectiva actual, se ve como un claro error para el desarrollo de nuestro país.  Para quienes tomaron la decisión, era coherente con su visión del Perú y del momento que se estaba viviendo.  Esta evidente diferencia  en la concepción social y las prioridades aplicables al desarrollo nacional marcó una divergencia que se siguió profundizando en los años por llegar y explica muchos de los acontecimientos que sucedieron a continuación.

En esta época se dio una destacada polémica sobre la gestión económica y financiera del país, en que las figuras representativas fueron de un lado el diario “La Prensa” dirigido por Pedro Beltrán y, del otro, el diario El Comercio” dirigido por la familia Miró Quesada.  De dicha polémica, queremos destacar que desde el primero se acusaba al segundo de estar imponiendo un mensaje de odio en nuestra sociedad, especialmente en la sociedad limeña donde su influencia era notoria. 

Otra característica incipiente en el periodismo de esa época, que también se ha robustecido en los tiempos actuales, es el uso de un lenguaje sibilino en el que el texto escrito era intencionalmente ambiguo, pudiéndose llegar a entender que defendían la construcción del muro de Berlín, cuando literalmente no lo habían hecho.  Con estos antecedentes, no nos debe extrañar la destreza que muestran ahora los principales medios de comunicación para influenciar en la opinión pública, en especial cuando se combinan el odio con las medias verdades y las interpretaciones a pedido.

En el Perú, siempre se dijo que los grandes intereses recurrieron a las Fuerzas Armadas y de Policía para proteger sus intereses.  Los mecanismos utilizados fueron dos.  Por un lado, se persiguió a los opositores políticos con métodos no faltos de violencia.  Como también, se utilizó a los medios periodísticos como arma para desacreditar a los mismos ante la opinión pública.

Cuando la persecución política mencionada en el párrafo anterior fallaba, se utilizaba a las Fuerzas Armadas como último recurso para dilucidar controversias y superar las situaciones límite.  Este fue el mecanismo utilizado durante la primera mitad del siglo XX, así como en los golpes de estado del año 1962 y del año 1968. 

Durante los años del 1963 al 1968 se volvió a vivir la escasez de recursos para enfrentar el desarrollo de nuestra sociedad.  Incluso se creó un fondo de inversión en la época del Ministro Ulloa que, según sus declaraciones, sería aprovechado por los proyectos que tuvieran los administradores más diligentes, evitándose la asignación de fondos a proyectos específicos porque no alcanzaba para todo.  Las soluciones políticas siguieron siendo de confrontación, superando toda medida de lo razonable.  Nuevamente, desde el diario El Comercio se atacó a los opositores enrostrándoles que se habían moderado ideológicamente, profundizando la estrategia de la confrontación que tan buenos resultados les había dado.

Durante este gobierno surgió un grupo guerrillero que fue sometido a sangre y fuego.  Se dio inició a la construcción de la hidroeléctrica del Mantaro y comenzó a crecer la Deuda Pública exterior negociada a plazos que no se podían cumplir.  Se terminaron los estudios de la Irrigación de Majes.  Se plantearon soluciones para la cuestión agraria, la cuestión petrolera y la cuestión minera.  El modelo corporativo se profundizó con la creación de las Corporaciones Departamentales de Desarrollo.

En el caso del golpe del año 1962, las Fuerzas Armadas dejaron entrever que el papel que les había asignado el grupo dominante de la época les incomodaba mucho.  En el año 1968 se llegó nuevamente a otra situación límite.  La grita creo el ambiente del caso para justificar un nuevo golpe de estado.  Incluso desde el diario El Comercio se hizo una estruendosa campaña como si se le hubiera inferido al patrimonio estatal un enorme daño denunciando la desaparición de “la página 11” de un contrato que luego se confirmaría no existió. 

La campaña fue suficiente para inducir un golpe de estado que se saldría de los comportamientos usuales de estos casos.  Las Fuerzas Armadas organizaron un gobierno revolucionario que ejecutó una serie de reformas económicas y políticas que cambiaron todas las relaciones sociales y la evolución de nuestro devenir histórico.

La salida del gobierno militar, no obstante los paros laborales más grandes que haya conocido nuestro país, fue muy ordenada, asegurando su legado en la Constitución de 1979 la cual tenía un marcado tinte de intervención del Estado en la marcha económica del país.

Evidentemente esta nota es muy larga, pero era necesario sostener la unidad de raciocinio.  Esperamos continuar su desarrollo en próximas notas.

Con el cariño de siempre,

Notas anteriores sobre el tema: https://reddeportiva.net/principal/?cat=200

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