Cara a Cara | Mirtha Vásquez, presidenta del Consejo de Ministros

La agenda del nuevo Consejo de Ministros ha puesto mucho interés en diseñar y poner en acción una línea de tiempo orientada a gestionar el pronto retorno a una relativa normalidad en condiciones de estabilidad y tranquilidad para la ciudadanía. Estaría quedando claro que el nuevo Gobierno no dispone de los cuadros de personal para procesar toda la tarea que tiene por delante. Por lo tanto, se está convirtiendo en prioritario el multiplicar su actividad hasta límites más allá de lo normalmente visto en los últimos años, lo que puede marcar un nuevo ritmo a la marcha de la política en nuestro país, para beneplácito de todos. Además de controlar la crisis interna de Perú Libre; el Gobierno tiene que conseguir un entorno de colaboración que dependerá mucho del manejo que se le pueda dar a la Reforma Constitucional, la cual podría ser encargada a una comisión especial del Congreso Nacional, abriéndose un canal de atención preferencial con el previsible resultado de acelerar la marcha del Estado. En ese sentido, bien haría el Gobierno en motivar así como reconocer el aporte que la oposición política así como el empresariado nacional puedan entregar con el fin de lograr metas que superen con amplitud las expectativas y permitan recobrar en algo la confianza pública al encontrar una vía libre de traumas y de costos injustificados favoreciendo los Valores y Principios de la Unidad Nacional.