Fabiola Muñoz: «necesitamos que el sector financiero entienda al sector agrario»

En Reddeportiva.net observamos que hay una gran distancia entre lo dicho en el vídeo y lo que dice el encabezado del mismo.  Estamos de acuerdo con lo que se dice en el vídeo cuando se deja constancia del gran reto que significa echar a andar al sector agrario.  No estamos de acuerdo con el titular o encabezado del mismo cuando minimiza el trabajo de comprensión que deben realizar los propios agricultores: para adquirir los nuevos conceptos y conocimientos que son requeridos para transformar las funciones de producción en actual uso; para darse cuenta de los cambios cualitativos en la lectura de los riesgos que están asumiendo como «cadenas más largas» en que la falla de un solo eslabón desarticula el trabajo de todos; de los mayores niveles de compromiso y disciplina que exigirá el control de los nuevos procesos; de los márgenes más estrechos con los que se trabajará de ahora en adelante tanto en la producción como en la comercialización; de los efectos multiplicadores del palanqueo financiero que exige afianzamientos muchísimo más estrechos y delicados, convirtiendo la salvaguarda por sectores en críticas para darle viabilidad al proyecto entero.  En otras palabras, se deben iniciar los programas comenzando con un proceso de selección echo por los propios asociados que deberán separar a los tramposos y a los no empeñosos, porque unos pocos que actúen mal, se traen abajo todo el programa.  Los agricultores se conocen mucho entre ellos mismos.  Desgraciadamente, solo están acostumbrados a dar pequeñas señales de alarma a media voz, porque a los organizadores de los programas no les interesa marginar a los «entusiastas» que muchas veces actúan como promotores muy efectivos, pero que pueden resultar cumpliendo el papel de rompe-equilibrios tirando por la borda injustamente el esfuerzos de muchas personas.  Por lo tanto, aunque pueda presentarse como muy difícil, resulta ineludible que los asociados hagan un proceso de selección y asuman conceptos de responsabilidad solidaria, aunque sea sectorial, para que los proyectos caminen.  No se puede dejar de mencionar que en nuestro país no se conoce proyecto alguno como los presentados por el Poder Ejecutivo que no hayan fracasado en el pasado, no solo porque los políticos no ayudan a que tengan éxito, sino que la mala fe de unos pocos asociados, es capaz de malograr el esfuerzo de muchas personas y esta realidad la hemos vivido demasiadas veces.