En el Perú se ha ejecutado uno de los planes de copamiento del poder político más perverso de la Historia Universal que debería dar motivo tanto a procesos de oficio impulsados desde la Fiscalía de la Nación como a investigaciones realizadas al interior del Congreso Nacional con el fin de iniciar un nuevo orden legal más ajustado a los principios de la correcta interpretación de las Leyes conforme al Espíritu a cuyo amparo fueran aprobadas, al Estado de Derecho y al cumplimiento del Debido Proceso. La lucha se está haciendo larga, como largo ha sido el tiempo que se tomó la alianza política plutócrata-caviar para crear un sistema perverso que se retroalimentara a base de la manipulación de la cultura peruana utilizando narrativas intencionalmente alteradas que además de modificar la verdad histórica, también pervertían la interacción moral mediante la imposición de manipuladas prácticas de intercambio al amparo de ambientes arreglados para permitir abusos al imponer usos del doble patrón de conducta bajo los cuales todo estaría permitido con gran impunidad. También debemos aclara que la aparición de la pandemia tuvo efectos imprevistos frustrando el desarrollo político de la mencionada alianza y en una suerte de «nadie sabe para quién trabaja» perdió el control del proceso político permitiendo que la extrema izquierda, afín al comunismo, asumiera el control del Poder Ejecutivo adquiriendo una capacidad negociadora que la plutocracia deberá enfrentar ya que por un lado Perú Libre está corriendo el riesgo de perder el control conseguido libre de compromisos, de no lograr estabilizar al Gabinete Ministerial y por el otro los representantes de la extrema derecha en el Congreso Nacional, que pueden apoyar iniciativas por las cuales los filocomunistas puedan estar interesados en reciprocar.