Phillip Butters ¡La inseguridad ciudadana por la nubes!: Aprox. se roban 15000 celulares al día

En Reddeportiva.net opinamos que el entorno de inseguridad ciudadana es un sub-producto de la campaña de dominación en contra la sociedad peruana que ha desarrollado la alianza política que ha dominado la política nacional durante los últimos 20 años. Esta campaña, que se iniciara con éxito inmediato al organizar manifestaciones de lavado de banderas y otros mensajes en contra de la reelección de Alberto Fujimori en el año 2000, consiguió su mayor objetivo al lograr la interrupción de su mandato y su separación del Gobierno del Perú. Es en ese momento (cuando la gran mayoría de los peruanos se preguntaban sobre la viabilidad de régimen económico creado por la Constitución del año 1993) que un sector muy particular del gran empresariado nacional logró sintonizar nuevas acciones y planes con el emergente «grupo caviar» para tomar las riendas del poder y así establecer un muy refinado control sobre el Presupuesto Nacional. Históricamente en el Perú, cuando caía o terminaba un Presidente de la República su mandato, usualmente eran los opositores al inicio de cada nuevo gobierno quienes se encargaban de redireccionar el quehacer del Estado aprobando nuevos planes y políticas; la gran mayoría de las veces con drásticos giros de timón que hasta se llegó a hablar de «gobierno pendular». Sin embargo, en el año 2001 ocurrió un «milagro» ya que se continuó con las políticas económicas del gobierno saliente, a la vez que se iniciaba una campaña de destrucción de la memoria histórica la cual ha hecho explosión «en nuestra cara» tomándonos por sorpresa, como consecuencia del «buen trabajo» realizado por los grandes medios de prensa peruanos que lograron cambiar hasta el contenido de muchas palabras y, peor aún, la escala de Valores y Principios de toda la sociedad. Es esta labor de zapa, la que por su naturaleza pasó como un fantasma por sobre todos nosotros sin que pudiéramos percatarnos de lo que estaba ocurriendo, la que precipitó gigantescos cambios sociales que ahora nos abruman, nos desbordan y hasta nos enferman, por la inimaginable perversidad del método adoptado. Pero como ya se dijo en alguna oportunidad: «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo» (Abraham Lincoln). Pues ha llegado el momento de darnos cuenta dónde se encuentra el origen de los más graves problemas que nos afectan en la actualidad y tomemos las medidas que corresponda para que no se conviertan en permanentes o logren consolidar centros de difusión y adoctrinamiento que hagan muy costosa la vuelta a la normalidad democrática.