José Ugaz: “El Congreso busca perennizar un interés que los cubra el día de ma

Nuevamente les adjuntamos un vídeo que es un ejemplo de desinformación cuando se habla de los ausentes que no se pueden defender; como de lavada de manos cuando se habla de una sociedad peruana corrupta, pero nada se dice que ésta es víctima de una alianza política que utiliza a los medios de comunicación para levantar la imagen de personas que no tienen representación alguna, como también de personas mediocres que se prestan al sabotaje con iniciativas controvertidas que permiten a la prensa desacreditar a grupos políticos democráticos víctimas de casos de infiltración difíciles de controlar. Los peruanos debemos tomar conciencia sobre determinados hechos, de los que no se habla, porque constituyen la única verdad de la política peruana en los últimos 20 años: La sociedad peruana está siendo sometida a un ataque político totalitario desde el año 2000, ejecutado por una alianza política compuesta por una plutocracia (relativamente pequeña en número) y otro grupo practicante del doble patrón de conducta en el que destaca un subgrupo denominado «caviares». La exitosa campaña ejecutada por esta alianza política se basó en la utilización del «odio» como herramienta estratégica para desacreditar a los contrarios, tal como lo hiciera Hitler para lograr el control de Alemania. Una campaña de odio tiene como consecuencia la destrucción de toda escala de valores ya que introduce la ley de la selva donde las reglas desaparecen creando espacios para que aparezcan incongruencias y contradicciones al consagrar gobiernos dictatoriales proclives a la persecución; a la vez que desequilibran la normal y cotidiana vida en sociedad derivando el comportamiento social hacia la violencia y la falta de garantías para una convivencia social que salvaguarde los derechos más elementales. De lo que no están conscientes estos grupos dominantes es que el pueblo peruano ha tomado conocimiento de esta estrategia y está reaccionando contra el copamiento del Estado impuesto por una banda de «amigos», que ya no cuenta con una prensa monocorde e «incondicional», cuyo último intento es lograr un fraude electoral de imprevisibles consecuencias; así como de la profunda convicción democrática del pueblo peruano cuya adherencia a los valores de libertad, consagración y respeto son ejemplo para la comunidad internacional desde la cual nos quieren dar lecciones de comportamientos antirracistas y de tolerancia que significarían un retroceso a lo logrado por nosotros.